ETAPA 5: ZUMAIA - DEBA

Las despedidas en el camino de Santiago son tan duras a veces como las ampollas. Cuando un peregrino abandona, o se va, se puede quedar un pequeño hueco que luego uno recupera, y vuelve a envolverse de gente fantástica, y se abre a conocer más personas. Pero no es extraño encontrar ese hueco, y no es extraño de hecho que la etapa siguiente se convierta en una especie de "etapa-puente".

Deba, además, es el último pueblo de Guipúzcoa. La ruta es sencilla y agradable, con más camino interior del que estaba acostumbrado hasta ahora, pero con algunas vista del mar de lejos verdaderamente ensoñadoras.


Luces y sombras creadas por unas nubes enfadadas con el sol.

Cercando al mar






Se cruza un par de veces por la carretera, por lo que empieza a aparecer algo de asfalto, y se pasa por un pequeño puerto, el de Itziar, pero dejando eso de lado, es una ruta agradable, sencilla y rica. Estuve caminando bastante tiempo solo, y me iba relevando con el grupito de chicas de Mataró, viéndonos cuando ibamos descansando y nos ibamos adelantando.


Homenaje a Franco Fontana




Llegamos relativamente pronto al albergue de Deba. Está organizado de manera muy especial. Antes que nada tienes que ir a la oficina de turismo, y allí te dan el número de cama y la llave para entrar. Luego tienes que volver atrás para volver al albergue.

Deba es un pueblo especialmente extraño. La ría-playa está metida en un valle, y para moverse hacia el centro del pueblo hay que usar dos ascensores que te llevan de la escuela/albergue al pueblo. 


Vistas desde el albergue-escuela.

Es recomendable irse a dormir prontito y descansar bien, porque la etapa que nos espera al dia siguiente es una de las etapas reinas de esta primera franja del camino. La más dura hasta el momento. 

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